FRIO PARA REJUVENECER

Así lo cuenta la prestigiosa estheticien Carmen Navarro, que realiza en su centro un tratamiento de crioterapia plus de lo más placentero. “El empleo del frío permite incrementar en un 70% la intensidad de penetración de sustancias activas en la zona de tratamiento y a una profundidad de seis a ocho centímetros. Al aplicar frío el cuerpo reacciona enviando calor, sangre y energía a la piel”, explica. ¿Cuál es el procedimiento? Para empezar con buen pie, la sesión comienza con un desmaquillante calmante. Con la piel limpia y relajada llega el momento del peeling de efecto frío. “A continuación se procede a dar unos masajes de remonte y rulash con la crema María Galland 92 para preparar la piel para el frío intenso”, detalla Navarro. Tras realizar una limpieza se elige el producto indicado para el tipo de piel y se hace penetrar con la máquina de crioterapia, percibiendo una agradable sensación de frío y hormigueo. A continuación llega el momento de la mascarilla reafirmante Galland: se aplica con vendajes térmicos y encima se coloca una segunda banda protectora con la mascarilla de frío de crioterapia. Para conseguir un vendaje completo se humedecen papeles térmicos con agua helada. Mientras todo esto ocurre, la mascarilla ya está actuando. Entonces es el turno del masaje corporal con aliento polar para atraer energía y sangre desde el interior a la piel, neutralizando el efecto invernadero interno. “Es un producto que ayuda en los procesos de salida de calor del cuerpo como picores, psoriasis o tejidos doloridos, está indicado para celulitis, estrías, arrugas, flacidez, acné, manchas e incluso estimular la tonicidad muscular”, nos cuenta Navarro. Con la sangre se atrae humedad y nutrientes consiguiendo dar vida y tono a la piel. Para finalizar se aplica una crema reafirmante de la misma firma que las mascarillas. Una hora y cuarto de placer con efecto frío.

V.El confidencial